La artrosis de rodilla no es “el fin del movimiento”. Con un enfoque multimodal que combine control del dolor, tecnologías de soporte, ortobiología (cuando aplica) y rehabilitación progresiva, puedes bajar la inflamación, mejorar fuerza y volver a tus actividades sin saltar de una vez al quirófano. En LIBAAX lo ordenamos con nuestro Protocolo STOP.
¿Qué es la artrosis y por qué duele?
La artrosis es el desgaste y desbalance de las estructuras de la rodilla (cartílago, sinovial, hueso subcondral) que provoca inflamación, rigidez y dolor.
Señales típicas:
- Rigidez matutina que mejora al moverte
- Dolor al bajar escaleras o estar de pie mucho tiempo
- Chasquidos o sensación de “rozamiento” (crepitación)
Nota: dolor no siempre equivale a “más daño”. La sensibilización del sistema nervioso y la inflamación periférica pueden amplificar la percepción del dolor.
El error común: tratar solo el síntoma
Tomar analgésicos “cuando duele”, reposar demasiado o hacer ejercicios al azar suele cronificar el problema. El objetivo no es sólo “apagar” el dolor hoy, sino recuperar la capacidad del tejido y tu función con un plan que tenga orden y progresiones.
El método correcto: secuenciar la recuperación (Protocolo STOP)
Nuestro método STOP organiza el proceso en cuatro pasos. No es una técnica aislada; es criterio clínico aplicado a tu caso.
S – Supresión del dolor e inflamación
Primero bajamos el dolor y modulamos la inflamación para habilitar el movimiento. Sin esta base, la rehabilitación se vuelve ineficiente.
T – Terapias avanzadas
Tecnologías que aceleran la reparación y modulan procesos biológicos sin exigir sobreesfuerzo en fases sensibles (por ejemplo, cuando caminar ya dispara dolor).
O – Ortobiología
Terapias biológicas/celulares superconcentradas indicadas según diagnóstico para potenciar la reparación tisular. No todos los casos las requieren.
P – Programa de rehabilitación
Cuando el tejido está listo, reconstruimos fuerza, movilidad y control con un plan personalizado (no rutinas genéricas). El objetivo es volver a lo que te importa: caminar sin limitaciones, subir escaleras, entrenar.
Ejercicios que sí ayudan (y cómo dosificarlos)
Regla de seguridad: mantén dolor percibido 0–3/10 durante y 24h después. Si supera 5/10, reduce volumen o intensidad.
- Isometrías de cuádriceps en pared (sit-to-stand asistido): 3–4 series de 20–30 s
- Elevación de talón en apoyo: 3×12–15
- Bisagra de cadera con palo (técnica): 3×10, énfasis en cadera, no rodilla
- Caminatas fraccionadas: bloques de 5–10 min, aumentando 10–20% semanal si la rodilla lo tolera
Dosificación orientativa por fases (4–12 semanas):
Fase 3: integra escaleras, cuestas suaves, y tareas de la vida real
Fase 1: prioriza isometrías + caminatas cortas
Fase 2: suma fuerza con tempo (descenso controlado)
Preguntas rápidas
¿Cuándo pensar en cirugía?
Cuando falla un abordaje bien dosificado y la discapacidad sigue alta. La decisión es individual, basada en evaluación clínica.
¿Cuánto tiempo para ver cambios?
Varía. Muchas personas sienten mejoras entre 4 y 12 semanas con progresiones bien hechas.
¿Se puede entrenar con artrosis?
Sí, con control de carga y técnica. La fuerza protege.
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Recomendaciones de recursos visuales
- Imagen hero: persona subiendo escaleras con buena técnica (tono neo-clínico).
- Infografía: los 4 pasos de STOP (iconos lineales).
- Tabla breve: “Sí/No” de ejercicios y dosificación (opcional).